Edward lentamente acaricio mis muslos y siguió con su delicioso trabajo, yo me retorcía de placer no lo aguantaba él decía que me dejara llevar y que me cuidaría… yo solo pensaba en el placer
-eso es nena córrete en mis dedos si tu quisieras siempre seria así, por toda la vida – susurro Edward
mientras apretaba mis pechos yo solo puede gemir, levante mis caderas para pedir mas pero en ese
momento sentí un nudo en mi estomago que necesitaba escapar empecé a sudar
Vamos hermosa córrete – Edward empezó a embestir mas fuerte con sus largos dedos y ese nudo en
minutos se desenredo era dios como decirlo era algo que nunca podría volver a repetirse, Edward bajo
a mi coño para poder chupar y jugar con mi botón de placer
Hermosa- dijo mientras subía para besar mi cuello
Edward hazlo ahora – susurre mientras movía mis caderas para restregarme
Bella estás segura – dijo mirándome directamente a los ojos
Si – susurre
No lo volverás a recuperar – dijo abriendo mis piernas con un ágil movimiento
Edward te quiero a ti – dije mientras las abría mas
Bella yo…- no le deje hablar por qué bese sus labio
No hay tiempo – susurre
Bella, no importa el tiempo que pase contigo, nunca será suficiente – susurro mirándome con tal amor
Empezaremos por el para siempre – dije invitándolo a entrar
Te amo mi bella – susurro posicionándose
Y yo ati – susurre para arquear mi espalda por el placer
Y en un suave movimiento Edward… me ISO suya para siempre, sus movimientos eran pacientes y
suaves el me sonreía y me preguntaba cómo estaba hasta que un momento Edward empezó a mover
muy rápido era un placer inexplicable
Dios que estrecha - susurro mientras tomaba el cabezal de la cama y lo apretaba para embestir más
fuerte, pero algo me recordó que Edward no tenía condón
Edward, no te proteges –dije entrecortadamente, Edward se paralizo y salió rápidamente eso me dolió
mucho, jalo su polla varias beses para era para no perder el placer pero siguió con su trabajo y volvió
cuando se estaba acomodando el condón
Gracias - susurro para después sentarse y sentarme encima del, el empezó a empujar y pues era un
nuevo Angulo ahora era mas placer el que sentía
Estoy que me corro – susurre en su oído
Hazlo déjate ir pequeña - susurro para después yo gritar su nombre y el mío, salió de mi y susurro
Duerme mi bella eres mi única dueña, duerme dueña de mi corazón
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